Esta semana, Javier Milei se sumó a una lista de presidentes argentinos que han marcado presencia en la Bolsa de Nueva York, abriendo la jornada bursátil como sus predecesores. Sin embargo, lo más destacado no fue el acto en sí, sino las nuevas condiciones propuestas por el presidente para levantar el CEPO.
Según Milei, el CEPO se eliminará cuando la inflación alcance el 0%. Pero, ¿qué significa realmente este "0%"? Milei desglosa la inflación reportada por el INDEC en tres partes: un 2,0% debido al crawling peg, un 0,5% por inflación importada, y un 1,5% de inflación mensual local. Esto implica que el CEPO se levantaría cuando la inflación medida por el INDEC sea del 2,5% mensual.
Sin embargo, las proyecciones del Banco Mundial sugieren que la inflación mundial será considerablemente menor, lo que ajustaría las cifras reales necesarias para levantar el CEPO a un 1,75% mensual según sus propios cálculos. Esta nueva metodología, aunque detallada, proporciona al gobierno una discrecionalidad significativa y abre la puerta a interpretaciones variables y excusas potenciales para mantener el CEPO cerrado.
Anteriormente, las condiciones para levantar el CEPO eran más simples y transparentes, basadas en la convergencia del crawling peg y el tipo de cambio paralelo al oficial. Estas reglas eran conocidas por todos los agentes económicos, ofreciendo certeza sobre cuándo podría levantarse el CEPO. Sin embargo, el gobierno enfrenta desafíos significativos bajo estas reglas actuales: el tipo de cambio oficial no alcanzaría los niveles necesarios hasta el segundo semestre de 2025, y la inflación local no muestra signos de convergencia al crawling peg.
Esta complejidad y falta de transparencia podrían socavar la credibilidad del gobierno, afectando la confianza del mercado y prolongando la incertidumbre sobre la apertura del CEPO. La persistencia del CEPO, como control máximo sobre el dólar y mínimo sobre el peso, refleja una escasez crónica de dólares en Argentina. Esta situación, lejos de ser causa de la inflación, es su consecuencia directa.
En conclusión, la decisión de Milei de ajustar las condiciones para levantar el CEPO plantea más interrogantes que certezas. La economía argentina enfrenta un escenario donde la discrecionalidad podría eclipsar la transparencia, aumentando las dificultades para restaurar la estabilidad económica. Mientras tanto, la población espera respuestas claras sobre el futuro del CEPO y sus implicaciones para la inflación y el tipo de cambio.