octubre 25, 2021

Cuando el final es tan sólo el comienzo

En apenas veinte días la República Argentina, si finalmente las encuestas confirman el resultado de las primarias, comenzará una nueva etapa, la primera reacción será de una alegría generalizada entre quienes bregamos por el sentido común, pero va a durar tan solo 24 horas, al día después de mañana deberemos sumarle la crisis de gobernabilidad a la económica y social.

Las tres facciones que gobiernan van a querer desmarcarse de la derrota, el Presidente será un Pato Rengo sin precedentes a dos años de terminar su mandato, la Vice perdiendo hasta en su núcleo duro y ya sin quorum en el Senado verá muy lejano su anhelo de impunidad y fiel a su personalidad intentará huir hacia adelante, la radicalización, mientras que el acuerdista Massa se irá probando el traje de la transición.

La oposición conoce muy bien los artículos de la Constitución Nacional, no va a forzar ninguna salida anticipada, además dentro de su propia coalición hay batallas por resolver de caras a un gobierno a partir de 2023.

No habrá vacío de poder sino de gobernabilidad, vacío de confianza y credibilidad, y el consecuente alejamiento de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Esto último va a generar un huida aún mas masiva del peso argentino, la corrida bancaria hasta quizá, cuando el dólar libre supere la barrera psicológica de los $200.- no espere siquiera al resultado electoral, la espiralización de la inflación será una consecuencia lógica que a nadie debería sorprender.

El primer damnificado de una inflación desbocada es el que menos tiene, los movimientos sociales van a ganar las calles a diario, el malestar correrá como reguero de pólvora y con tan sólo una chispa la explosión social no se hará esperar, y quizá se lleve puesto a parte de este gobierno, Massa ya no se probaría el traje sino la altura del sillón de Rivadavia.

La enorme diferencia con otras crisis que ha vivido Argentina es que generaban finalmente lo que hoy ya padece nuestro país, la mitad de la población pobre, un tercio en la indigencia, nueve millones de empleos informales y caída del salarios y jubilaciones en términos reales. 

Desde este contexto en que partimos hoy es que esta nueva crisis será la mas grave desde 1810.

Toda crisis consta de tres estadios, contención, estabilización y sentar las bases para el crecimiento.

Para la contención hoy NO disponemos de crédito ni tenemos chances de seguir emitiendo.

Para la estabilización se debe eliminar todo tipo de cepo sobre la actividad económica, corregir la distorsión de precios relativos, sincerar tarifas y tipo de cambio. Y dada la represión de estas variables, aquí es donde nos enfrentamos al inevitable Rodrigazo 2.0

Es decir que para contener y estabilizar la inevitable crisis la única salida es con un shock. Y en economía se puede evitar todo menos las consecuencias.

Las consecuencias en virtud del escenario descripto no tendrán precedentes históricos, será condición necesaria la grandeza de nuestra política para poder administrar 75% de Pobreza, 30% de Indigencia hasta tanto las variables se acomoden y podamos pasar al tercer estadio, sentar las bases para crecer nuevamente.

Será crucial la comunicación acerca de este proceso inevitable por el que debamos padecer y al que han sumido a nuestro país, un consenso entre todas las fuerzas políticas, exceptuando por supuesto a quienes no estén a la altura de los valores morales, básicamente el kirchnerismo; y quizá, solo quizá podamos concluir con éxito este proceso histórico y sentemos las bases para cambiar de paradigma y emprender un camino de crecimiento sostenido por décadas.




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