diciembre 22, 2021

Bienes Personales, FMI y el problema de verdad

 La irresponsabilidad de la oposición permitiendo que una Diputada a veinte días de asumir se vaya a  Disney, con la anuncia de la autoridad de su bloque y genere que 16.000 personas deban pagar una alícuota mayor es un mal comienzo.


La no aprobación de un dibujo execrable que pretendía el Gobierno presentar como Ley de Leyes es el principio del fin de las negociaciones del FMI por lo menos hasta 2023.


La mayor aspiración es que Argentina logre un Stand Still por dos años. No caemos en default técnico pero la chance de poder endeudarnos seguirá siendo nula.


Pero el mayor de los problemas es un viejo problema que se llama Brecha Cambiaria, hagamos algo de historia. A saber:


Desde enero de 1970 hasta, en qué momentos la brecha cambiaria había alcanzado niveles insostenibles..?


En estos casi 42 años los meses claves que encontramos son Julio de 1974, cuando el plan de inflación cero de Gelbard ya estaba en plena agonía, la brecha cambiaria estaba en el 49,3% y venía de niveles muy bajos en los meses anteriores. 

El dato relevante fue que, el salto del Dolar Blue fue muy rápido.

A partir de ese momento la brecha se mantuvo en niveles de tres dígitos llegando hasta el 262% en febrero de 1976.


El otro salto de la brecha cambiaria fue en abril de 1982. La guerra de Malvinas generó la suba del Dolar Blue.


Bajo el gobierno de Alfonsín se logró achicar la brecha cambiaria cuando se lanzó el plan Austral, aunque por momentos llegaba al 35%. 


El dato a tener en cuenta es que en Enero de 1989 la brecha cambiaria era del 23% y en Febrero, cuando el Plan Primavera colapsa y Machinea "avisa" el famoso "no vendemos más desde el BCRA"   la megainflación estallaba y  la brecha saltó al 165%.


En los tres casos, el salto de la brecha cambiaria fue sin previo aviso. 

De un día para el otro. Es decir, los planes que genera una estabilidad artificial y efímera, sustentados en medidas de carácter populistas suele tener esta característica: de un día para otro, sin que nada en particular ocurra,  el mercado toma nota y en manada actúa en consecuencia.


Hoy terminando 2021 estamos en una situación aún peor a las anteriores, el aparato productivo parado, corte en la cadena de pagos, nivel de emisión insostenible, sin margen para tomar deuda externa ni interna, shock de deuda remunerada (Leliqs) generando déficit quasifiscal sin precedentes, déficit fiscal primario en  récord histórico y un Gobierno con parálisis de gestión, sin plan económico y enredado en temas que, el estado de cosas no sugieren sea prioridad (Reforma Judicial) 


Cuando este débil equilibrio termina estallando con exactitud no lo sabemos, pero podemos afirmar sin ninguna duda que mas temprano que tarde, la historia marca que los veranos suelen ser calientes, la realidad se va a imponer y los antecedentes anteriores habrán sido una anécdota comparado con el estallido que viene.

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